El gruyere es el queso favorito de los suizos, y no me extraña. No sabría describiros lo que he experimentado hoy al probar este gruyere suizo de grutas. Sin ninguna duda el mejor queso que ha pasado por mi paladar (y eso que soy asturiana).
Este queso se fabricaba en el pasado por los campesinos para pagar a sus señores feudales. las primeras referencias de este queso datan de 1115, aunque el topónimo asociado al queso no surge hasta el siglo XVII.
Antes de ordeñar una vaca cuya leche va a ser destinada a la elaboración de este queso, se las suelta libremente en la montaña y llegan a ingerir 100kg de hierba fresca al día. (Repito: AL DIA!!). El queso se prensa durante 16 horas y se va dando la vuelta paulatinamente durante su maduración.
El gruyere suizo puede adquirirse en mercados especializados o centros como el corte inglés. En cuanto termino la cata me acerqué al ponente a suplicarle que me diera la clave para comprar el queso que nos había traído, pues no se trataba de un gruyere cualquiera sino uno madurado en grutas, lo cual le aportaba un sabor alucinante. Me indicó una pagina, para el que quiera, las claves de búsqueda son: Formatges Borros.
Su color es más oscuro y su aroma más complejo, la flexibilidad menor por su mayor tiempo de maduración que hace que se rompa antes al doblarlo y en cuanto al sabor... ay dios mío! Tiene una textura espesa y granulada que se deshace como mantequilla en la boca. Es un queso fuerte, salado, que recuerda al jamón y la mantequilla tostada.
Me siento obligada a reconocer que en el descanso entre queso y queso robé otro trocito para comer a escondidas, Estaba taaaan bueno!!
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