Y cuando ya te haces a la ciudad, el idioma y la moneda descubres los Pub Crawls, pagas 400 coronas y vas a beber gratis a un bar, luego entras gratis a otros tres y por ultimo entras como VIP en Karlovy Lazne, la discoteca mas grande de centroeuropa, con 5 pisos con diferente musica y un Ice bar (y cuya entrada por cierto es mas barata que la de Tribeca Oviedo...)
Repetimos el pub crawl las tres noches, siempre con gente diferente y a bares diferentes, la ultima noche coincidimos con muchos españoles y unos amigos de California en una fiesta en un Barco por el rio de Praga!
Todo tan barato, todo tan divertido, tanta libertad ambiente... Y descgraciadamente tanto McDonalds y KFC... En los puestos de Praga solo hay Kebabs y sushi, sushi por toooodas partes, y como de eso ya conozco bastante convencí a mis amigos de ir a un restaurante Checo, en la calle Museum una terraza toda de madera y los camareros disfrazados de caballeros andantes.
Mis amigos tomaron todos una especie de filete enorme con patatas, pero todo con ese caracteristico a especias y limón, y el pan de harina de sémola tambien diferente a todo pan probado antes.
Yo me decanté por el goulash, que es un guiso de carne con mucho pimentón que se sirve con rodajas de Knedlíky, un pan muy especial a base de semola que sirve solo y exclusivamente para mojar en la salsa.
El goulash es un guiso húngaro que los checos adoptaron y acompañaron de estos bollitos.
Aunque mi abuela todas las navidades entra en casa con una enorme pota de goulash este ha sido toda una nueva, distinta y auténtica experiencia gastronómica:
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